Reflexiones de Cuaresma día 21

Oración inicial

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací ! ¿qué quieres, Señor, de mí?

Día 21

Confesiones descuidadas. Cuentan que un obrero había encontrado un billete de mil dólares; no le llamó mucho la atención porque en América los billetes son iguales aunque tengan más valor y aquel papelito no le impresionó demasiado. Se lo guardó en un bolsillo, varios días más tarde, al pasar por un Banco, entró a preguntar cuánto valía.

Casi se desmaya cuando se lo dijeron, pues la suma equivalía a tres meses de su jornal…

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Reflexiones de Cuaresma día 15

Oración inicial

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací ! ¿qué quieres, Señor, de mí?

Día 15

Se curó el monstruo. Lo escribía J. Urteaga: «Ocurrió en un pueblo español. Intervienen como protagonistas: un muchacho enfermo, su familia, una ermita dedicada a Santa María y muchas súplicas.

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Reflexiones de Cuaresma día 10

Oración inicial

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací ! ¿qué quieres, Señor, de mí?

Día 10

Rezaba por los secuestradores. El 12 de abril de 1993 secuestran a una joven madrileña, Anabel Segura, mientras hace footing cerca de su casa. Después de dos años de secuestro encontraron su cuerpo ya sin vida. Su padre, José, es un ejemplo como persona y como cristiano. Transcribo unas preguntas de una entrevista que le hacen en Mundo Cristiano:

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Hablando de Fe

Se dice que el equilibrista más grande de todos los tiempos estaba haciendo preparativos para fijar un cable a través de las cataratas del Niágara y cruzarlas haciendo equilibrio.

Y al fin llegó el día en el que todo estaba preparado, se había convocado a una muchedumbre, tanto periodistas como curiosos estaban allí. Entre la multitud había una anciana admiradora desde su juventud de este equilibrista, estaba emocionada, ansiosa de ver aquel espectáculo. Y es que no era para menos, ella era una invitada especial.

De pronto el equilibrista se le acerca y le pregunta:

¿Usted cree que yo soy el mejor del mundo?

-responde ella.

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10 consejos para escribir un libro

1. Planifica tu libro.

Escribir un libro es como construir un edificio: antes de empezar a escribir asegúrate de tener un plano. Piensa bien que quieres contar, cómo vas a organizar la información en capítulos, cómo vas a terminarlo.

No te dejes vencer por la página en blanco. No olvides que todo lo que escribas puede ser después corregido, re-escrito o incluso borrado, así que, simplemente, escribe. Sin prisa, sin presiones, pero con constancia. Recuerda que no se trata de escribir una obra maestra, solo de terminar tu libro.

2. Lee.

La lectura es el oxíggeno del escritor, te inspirará y te motivará. Si estás escribiendo una novela o un poemario, lee novelas y poemas. Si estás escribiendo un libro de no ficción –un ensayo, un libro de auto-ayuda, un recetario…- lee libros parecidos. Leer es el calentamiento de la escritura.

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