Pensemos en un buen delantero de un equipo de fútbol obligado a jugar de portero o un excelente bombero manejando una ambulancia. ¿Cómo se sentirían en una posición en la que no son expertos…?
¿Qué le sucede a nuestro equipo cuando sus miembros están constantemente fuera de su posición? Puede que den su mayor esfuerzo y sean muy responsables, sin embargo, ¿cómo serán los resultados? ¿Qué dirán los demás miembros del equipo?
Rápidamente podemos imaginarnos el final de la historia:
1) La motivación del equipo se convierte en frustración por los resultados obtenidos.
2) Los miembros del equipo empiezan a buscar culpables.
3) Empiezan a surgir los resentimientos.
4) Las personas que fueron puestas en las posiciones incorrectas sienten que su potencial fue bloqueado y que pudieron rendir mejor en la posición correcta.
5) Ya no quieren trabajar como equipo y surgen las individualidades; empiezan las críticas hacia los demás.
6) El equipo empieza a dar pésimos resultados y termina desapareciendo.