¿Por qué no decírselo?

Conocimos una joven hace poco que tenia una queja contra su esposo. Vista desde la perceptiva de toda su vida, tal vez no era una cosa importante, pero las pequeñeces algunas veces se agrandan cuando se enlazan en la vida diaria.

«Mi esposo siempre me alaba ante los demás», dijo, «constantemente nuestros amigos mencionan las cosas maravillosas que les dice de mí, pero eso no es suficiente, pues él nunca me dice a mí estas mismas cosas.»

Esta queja, aunque parezca trivial, muestra algo de nuestra vida diaria, todos tenemos la tendencia de dejar que las personas a quienes amamos consideren un hecho nuestro amor. Olvidamos que todos necesitamos la seguridad de saber que somos amados.

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