Del Vacío

A veces somos poseídos por una sensación de tristeza que no conseguimos controlar. No importa el lugar donde estamos, en el trabajo, junto a la persona que amamos, en una fiesta, pero, sin ninguna explicación, el mundo pierde su color, y la vida esconde su magia.

En esos momentos -nos dice Karen Casey- nada mejor que mirar para adentro de nosotros mismos. Allá está un niño con miedo, que no sabe bien qué está haciendo aquí, porque casi no es oído ni consultado. Vamos a ser tolerantes con este niño. Vamos a dejar que él tome las riendas por cuanto tiempo sea necesario, hasta que se sienta de nuevo amado.

En breve, nuestros ojos vuelven a brillar. Y, a partir de allá, si no perdemos más el contacto con este niño, no perderemos más el sentido de la vida».

Del libro «Maktub», de Paulo Coelho

Deja un comentario