Señor Otto Pérez.
Ciudadano Presidente.
Guatemala.
Por medio de la presente, me dirijo a usted, para manifestar mi sentir, hoy que es investido con el cargo de Presidente de la República.
Como de todos es sabido, usted ganó las elecciones, con el voto favorable del 31% de los ciudadanos actualmente habilitados para elegir. Mi voto fue uno de ellos en la segunda vuelta, pero no en la primera, al considerar una de las otras opciones. Muchos de aquellos que depositaron su confianza en usted, lo han hecho con la esperanza de que, por fin y de una vez por todas, se vea, se sienta y se viva un cambio en la dirección que actualmente lleva Guatemala.
Le recuerdo que usted no es el Presidente de los pobres, ni de los ricos, ni de los indígenas, ni de los ladinos, ni de cualquier otra forma en la que nos han dividido, usted es el Presidente de todos los guatemaltecos y representa la unidad de la nación.
En este momento en el que toma la primera magistratura del país, como guatemalteco, estoy positivo en que las cosas mejoren, no repito cuales son los grandes problemas nacionales, porque ya los sabemos y aunque nunca vi un plan de trabajo presentado por usted, espero que si exista y que las acciones se empiecen a tomar de forma inmediata.
Ya no podemos esperar mas, son tantos los problemas en todos los ámbitos nacionales, que difícilmente algún guatemalteco no sufre por causa de alguno de ellos. Ya no queremos escuchar ni excusas, ni justificaciones o que no hay dinero para tal o cual proyecto o infinitas razones para no ejecutar los planes, al postularse al cargo y que no es la primera vez que lo hace, sabía muy bien las condiciones en las que está Guatemala, los males que padece y que tendrá que enfrentar a partir de hoy.
Estos problemas no son nuevos, muchos hasta son recurrentes y por temporada como los que tienen que ver con la naturaleza y otros mas por causas externas o internas de nuestra sociedad. De cualquier forma, los problemas están ahí, ya los conoce y apelo a su honor, en que sabrá honrar su palabra y llevará a cabo el cambio de rumbo que ha prometido muchas veces en sus intervenciones públicas y que al final, todos queremos.
Entiendo que ser Presidente en un país como Guatemala, no es tarea fácil, pero al igual que los guatemaltecos que si votaron por usted, deseo que sea un Presidente honesto, duro en las decisiones, que ya no existan los privilegios y que la ley sea igual para todos. Será difícil convencer a los otros 7 de cada 10 guatemaltecos que no lo eligieron, pero al final lo que cuenta, será la buena gestión que haga con nuestros impuestos, recursos y el desarrollo al que se lleve el país.
Espero muy sinceramente, que en el año 2016, cuando se invista al nuevo Presidente de Guatemala y usted entregue el cargo que hoy recibe, podamos agradecerle, por haber puesto a Guatemala en el rumbo correcto.
Gracias por su atención.