A lo mejor ya has leído antes esta historia, pero igual me impresiona cada vez que la leo… Y es que ¿sabes? Todo en la vida se trata de una sola palabra: ACTITUD. La actitud tiene que ver sobre cómo reaccionas a cada situación, tiene que ver con si te desalientas cuando no hay resultados o si te esfuerzas aún mas, tiene que ver con ser consientes de nuestras debilidades y equilibrados con nuestras fortalezas.
La actitud es el vehículo que te conduce al éxito o al fracaso, a la madurez o a la inestabilidad emocional, con ella puedes abrir puertas o puedes cerrarlas, puedes ascender o puedes descender. Una actitud humilde es la que te lleva a Dios. Reconocer la necesidad de Dios es una actitud de humildad, es saber que no tienes todas las respuestas, es saber que sólo en Él estás completo.
Te invito a leerla una vez más, párrafo a párrafo, con una nueva actitud: en búsqueda del mensaje que te quiere enviar cada personaje.