El método de la asertividad espiritual enseña cómo orientar nuestra vida según nuestros deseos, y cómo adquirir herramientas para cambiar los moldes de pensamiento y con nuevos canales. Autor: Silvia Aber
El proceso incluye varios pasos:
Conócete a ti mismo
Este paso requiere valor, puesto que en su transcurso analizamos quiénes somos realmente, cuáles son los moldes de pensamiento que nos mueven observamos francamente al espejo y nos miramos a los ojos y aprendemos a descubrir lo que se encuentra más allá de ellos.
Nosotros nos aferramos a paradigmas, supersticiones, citas de libros sagrados, etc generalmente por miedo al cambio («más vale malo conocido que bueno por conocer») a fin de que podamos abrir nuevos canales, debemos aprender a abrirnos y liberar convencionalismos.
Si bien es muy fácil decidir y hablar de ello, es muy difícil llevarlo a efecto. Para que tu vida cambie, primeramente debes cambiar tú. El cambio es inevitable es lo único fijo en nuestra vida. Podremos, por supuesto, cambiar sin dirección y atropellarnos con las paredes, pero podremos también aprender a dirigir nuestra carroza y dominar a los caballos que tiran de ella.
Una persona asertiva espiritual hace presentación consigo mismo, con su niño interior, con sus miedos y con sus pasiones. No tiene nada que ocultar se atreve a descubrir sus heridas sentimentales y frustraciones del subconsciente al conciente. El proceso saca las heridas a luz u así éstas dejan de existir. De esta forma se puede curar el pasado.
Para esto es necesario refinar el ego y devolverlo a sus dimensiones naturales. Hay que despertarse de la ilusión «yo soy mi ego». Toda persona debe comprender que nosotros, todos, constituimos sólo partes de un entero, de la humanidad toda y del universo y sólo si permanecemos unidos no sentiremos el dolor del aislamiento.