Almacena sólo lo bueno

La vida a veces nos lleva por caminos que van cambiando nuestra manera de ser. Son cambios que muchas veces se ven reflejados en nuestra apariencia exterior. Porque de la abundancia de nuestro corazón hablan nuestras obras, las cuales se verán reflejadas en la mirada y en cada uno de nuestros gestos.

Procura ir almacenando todo lo bueno que te beneficia e ir desechando todo lo malo que te perjudica. Que la vida no te contamine sino al contrario, que te brinde el sustento para fortalecerte y elevarte sobre tu condición humana, para que la Luz que hay en tu interior se vea reflejada en tus obras, palabras y pensamientos, como lo hizo Jesús en aquel tiempo.

Dios se hizo hombre no sólo para mostrarnos lo grande que es, sino también para que el hombre aprendiese a ser grande imitando a su Maestro.

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