Mándale tribulaciones

Un joven acudió una vez a un anciano y le pidió que orara por él:

«Me doy cuenta que estoy cayendo continuamente en la impaciencia, ¿podría orar por mí para que pueda ser más paciente?»

El anciano accedió. Se arrodillaron, y el hombre de Dios comenzó a orar:

«Señor, mándale tribulaciones a este joven esta mañana, envíale tribulaciones en la tarde…»

El joven le interrumpió y le dijo:

«¡No, no! ¡Tribulaciones no! ¡Paciencia!»

«Pero la tribulación produce paciencia -contestó el anciano-. Si quieres tener paciencia, tienes que tener tribulación»

1 thought on “Mándale tribulaciones

Deja un comentario