Aunque sientas que todo te sale mal, siempre hay esperanza de cambiar al mundo, pero la actitud debe empezar con nosotros mismos. No podemos empezar a cambiar a los demás, si nosotros mismos no hemos cambiado.
Y sobre todo, en este como en otros casos, la paciencia es la madre de la sabiduría. Es mejor de vez en cuando salir a respirar, dar una vuelta por ahí y retomar el trabajo, los demás no deben pagar por nuestros problemas.
Aunque el video parece un montaje, es de sorprenderse de la insensibilidad de muchos compañeros de trabajo, que no hacen nada al ver el descontrol que sufren algunas de las personas que aparecen en el mismo.
Precaución: el video tiene muestras de violencia explícita, se sugiere discreción al verlo.