El valor de lo simple

Dos norteamericanos visitaron la Universidad de Oxford y quedaron encantados al enterarse de que pasarían la noche en un cuarto donde se había alojado Mahatma Gandhi.

Al llegar a la habitación, vieron que tenía dos camas, y como no sabían en cuál había dormido tan ilustre personaje, pusieron la alarma del despertador para la medianoche. Cuando sonó, intercambiaron lechos, pensando que así los dos podrían afirmar que habían dormido en una cama en la que también lo había hecho Gandhi.

A la mañana siguiente, anunciaron con orgullo a su anfitrión lo que habían hecho. Sonriendo, este repuso: «Pero cuando Gandhi se alojó aquí, durmió en el piso».

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