Defensa y Ataque

El tenis es un deporte que se practica en un terreno llano, rectangular, dividido por una red intermedia, al que se le llama cancha.

Este juego generalmente se disputa entre dos jugadores (individuales) o entre dos parejas (dobles) jugando con raquetas y pelotas, y consiste en golpear la pelota con la raqueta, después de un rebote o antes que rebote, para que vaya de un lado al otro del campo pasando por encima de la red.

Lo interesante es que cada jugador trata de que el otro falle en su respuesta enviando la pelota de un extremo para el otro en el área de su adversario, pero la destreza de algunos jugadores es tal que no sólo se defienden sino que convierten el ataque de sus contrincantes en su propio ataque. Podríamos decir que «la mejor defensa es un buen ataque».

Definitivamente, debemos reconocer que estamos metidos en la cancha de la vida recibiendo ataques difíciles por parte de un adversario que claramente nos supera en capacidad, en destreza y velocidad. Sencillamente no podemos por nosotros mismos. Nuestra capacidad es tan limitada y aunque creamos que tenemos el control de lo que nos rodea, muchas veces no tenemos el control ni siquiera de nuestro propio carácter. Un ataque directo es suficiente para perder el control y ser derrotado.

Sé inteligente, busca una defensa tan efectiva y letal que se convierta en tu mejor ataque.

¿Estás intentado jugar en la cancha de la vida usando tu propia estrategia y aún no obtienes resultados sino que te está saliendo todo mal? Igual que en el tenis, que tu defensa se convierta en un buen ataque. Que Jesús sea tu escudo y la fuerza de tu salvación.

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