La indecisión lo mataba

Era un gran trabajador cortando leña. No conocía el descanso. Un día, el granjero, creyendo que debía dejar descansar un poco al hombre, le dijo que separara las papas que había en la bodega:

Únicamente pon las buenas en un montón, las dudosas en otro, y las malas deséchalas.

Más o menos una hora después, el granjero observó que el peón no había hecho casi nada. Le pidió una explicación, y el trabajador respondió con notable nerviosismo:

Pues… lo que me está matando es tomar estas decisiones.

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