El precio de la Eternidad

«Para poder vivir, una niña perderá un ojo». Este encabezado en los diarios se refería a Nalini, una niña de 11 meses de edad que nació con carnosidades malignas en ambos ojos.

Su médico decidió que era necesario que perdiera el ojo izquierdo, operándolo, y aplicar inmediatamente un tratamiento de rayos X en el ojo derecho.

Los exámenes que se le hicieron revelaron que ambas carnosidades estaban «en estado muy avanzado», pero el médico tenía la esperanza de que la carnosidad del ojo derecho podía detenerse «y lograr algo de vista útil».

Es siempre impresionante ver los sacrificios que se hacen por salvar una vida. Pero más importante entonces es hacer un sacrificio aún más grande para salvar la vida que comienza después de la muerte… y que nunca termina.

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