La anciana y el cocodrilo

Hace varios años, los periódicos contaron la historia de una anciana que vivía en el sur del Estado de la Florida. Su hogar era una casucha ubicada junto a un pequeño lago. Todos los días iba a sacar agua del lago. Allí, vivía un cocodrilo. Aunque era un animal peligroso, la señora permitió que él … Leer más

En esta ocasión…

Quizás para muchos, sea otro año más en que se acerca la Semana Santa, y de igual manera los días en que se puede ir a vacacionar y pasarla bien. Para mí así era antes. Hoy precisamente en este año, espero y doy gracias a Dios por estar ya en tiempo de Cuaresma, porque hoy … Leer más

¿Qué es el Santo Rosario?

Hasta ahora se ha considerado como la mejor definición del Rosario, la que dio el Sumo Pontífice San Pío V en su «Bula» de 1569: «El Rosario o salterio de la Sma. Virgen, es un modo piadosísimo de oración, al alcance de todos, que consiste en ir repitiendo el saludo que el ángel le dio a María; interponiendo un Padrenuestro entre cada diez Avemarías y tratando de ir meditando mientras tanto en la Vida de Nuestro Señor». El Rosario constaba de 15 Padrenuestros y 150 Avemarías, en recuerdo de los 150 Salmos. Ahora son 20 Padrenuestros y 200 Avemarías, al incluir los misterios de la luz.

La palabra Rosario significa «Corona de Rosas». Nuestra Señora ha revelado a varias personas que cada vez que dicen el Ave María le estan dando a Ella una hermosa rosa y que cada Rosario completo le hace una corona de rosas. La rosa es la reina de las flores, y así el Rosario es la rosa de todas las devociones, y por ello la mas importante de todas.

El Rosario esta compuesto de dos elementos: oración mental y oración verbal.

En el Santo Rosario la oración mental no es otra cosa que la meditación sobre los principales misterios o hechos de la vida, muerte y gloria de Jesucristo y de su Santísima Madre. Estos veinte misterios se han dividido en cuatro grupos: Gozosos, Luminosos, Dolorosos y Gloriosos.

La oración verbal consiste en recitar quince decenas (Rosario completo) o cinco decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras meditamos sobre los misterios del Rosario.

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Santo Rosario: Misterios Luminosos

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Misterios Luminosos

Los Misterios Luminosos los rezamos los Jueves

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo, Amén.

Primer Misterio Luminoso. El Bautismo de Jesús.

Entonces Jesús fue de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara. Pero Juan quería impedirlo, diciendo: «Soy yo el que necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?» Jesús le respondió: «¡Déjame ahora, pues conviene que se cumpla así toda justicia!» Entonces Juan accedió a ello. Una vez bautizado, Jesús salió del agua; y en esto los cielos se abrieron y vio al Espíritu de Dios descender en forma de paloma y posarse sobre él. Y se oyó una voz del cielo: «Éste es mi hijo amado, mi predilecto». (Mt 3,13-17)

El bautismo de Jesús.- Jesús entra en las aguas del Jordán donde es bautizado por Juan, y se oye la voz del Padre que lo declara su Hijo amado mientras el Espíritu Santo desciende sobre Él.

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu misericordia.

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El Santo Rosario: Misterios Gloriosos

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Misterios Gloriosos

Los Misterios Gloriosos los rezamos los Domingos y Martes

 

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Dios mío, ven en mi auxilio. Señor, date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo, Amén.

Primer Misterio Glorioso. La Resurrección de Jesús.

Pasado el sábado, al rayar el alba, el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve. Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos. Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: «No temáis; sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. Ha resucitado, como dijo. Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a sus discípulos: Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. Ya os lo he dicho». (Mt 28,1-7)

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