Reflexiones de Cuaresma día 5

Oración inicial

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací ! ¿qué quieres, Señor, de mí?

Día 5

Confesión. Papá y mamá están ocupados trabajando en el jardín y ruegan a la pequeña Sofía, su hija, que ponga la mesa. Sofía, que está viendo su programa favorito de televisión, dice que sí, pero continúa ante el televisor, de tal forma que cuando sus padres entran en casa, la mesa no está puesta. Aquello desagrada a los padres, pero no les ofende, porque en la desobediencia de Sofía ha habido poco interés, descuido, poca malicia, ir a lo suyo en algo pequeño.

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Reflexiones de Cuaresma día 3

Oración inicial

Señor mío, Jesucristo, creo firmemente que estás aquí; en estos pocos minutos de oración que empiezo ahora quiero pedirte y agradecerte. Pedirte la gracia de darme más cuenta de que Tú vives, me escuchas y me amas; tanto, que has querido morir libremente por mí en la cruz y renovar cada día en la Misa ese sacrificio. Y agradecerte con obras lo mucho que me amas: ¡Tuyo soy, para ti nací ! ¿qué quieres, Señor, de mí?

Día 3

Rechazar excusas. El cardenal Mindszenty era cardenal en Hungría cuando este país fue tomado por los comunistas. En seguida lo metieron en la cárcel, donde pasó muchos años, años que fueron un martirio. Salió de la cárcel cuando Hungría se independizó de la Rusia comunista; era ya muy mayor y murió al poco tiempo.

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¡Líbrate de la momia!

¡Líbrate de la momia!, esa bruja que hay en ti, San Pablo lo llamaba «EL HOMBRE VIEJO» (Efesios 4, 21), el carcamal que cada cual lleva dentro, cenizo, resabiado, siempre quejándose: «no vale la pena», «lo he intentado muchas veces», «me gustaría pero no puedo», «el ambiente está crudo, si usted supiera», «ya me conozco». … Leer más

Señor de Esquipulas

Novena al Señor de Esquipulas

Acto de Contrición

Jesús crucificado: postrado a tus pies el más ingrato pecador, te pide perdón y misericordia de haberte ofendido con tantas culpas; me pesa, mi Jesús, haber ofendido a tan soberana Majestad, propongo la enmienda de mi vida; te doy la palabra de confesar todos mis pecados, sin callar alguno; de apartarme de todas las ocasiones y peligros de ofenderte y hacer esta Novena agradable a tus divinos ojos, dándome tu divina gracia; confío de tu misericordia, que me has de perdonar y conceder lo que pido en esta Novena. Pequé, Dios mío; pequé, amantísimo Padre de mi vida; pequé, dueño de mi alma; misericordia, Jesús Salvador del Mundo; misericordia, Señor viva tu fe, viva tu amor, viva tu gracia. Amén.

Sonetos de San Francisco Xavier

No me mueve, mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme al verte
clavado en esa Cruz y escarnecido,
muéveme al ver tu cuerpo tan herido,
muéveme tus afrentas
y tu muerte.

Muéveme, en fin tu amor de tal manera,
que aunque no hubiera cielo yo te amaré
y aunque no hubiere infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
porque si cuanto espero, no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.

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Escuchando con el corazón

«He desperdiciado todo mi sábado», se lamentó John, mientras su padre le despertaba con delicadeza. El tono de su voz, lastimero y angustiado, provocó una reacción instantánea en su padre y un destello de ira emergió de él. Había sido un largo día de pintar y colocar papel de pared en la nueva oficina de … Leer más