En la fan page de McDonald’s en Facebook, una usuaria publicó una denuncia, relacionada con una experiencia que tuvo, a propósito del McDía Feliz. A los pocos minutos, como tristemente era de esperarse, ya contaba con una serie de comentarios, que en su mayoría eran insidiosos y mal intencionados. Como decimos en Guatemala, estaban echándole mas leña al fuego.
Lamentablemente, como ya es común con los Community Managers que manejan las cuentas de las empresas nacionales, no supo que hacer y finalmente, optó por una solución políticamente correcta, pero con el agravante de la mentira, que a su vez, hizo que la rechifla, por llamarlo de algún modo, de los usuarios y clientes de McDonald’s, la arremetieran en contra de la misma empresa, que una semana antes, todos alababan por las obras benéficas que realiza.
Este caso en particular, se puede dividir en tres partes:
1 – La denuncia:
Empezando por la persona que publicó el texto inicial, no usó el canal adecuado de comunicación. Claro que es mas cómodo sentarse frente a la computadora, que levantarse e ir al restaurante y pedir hablar con el gerente. Este tipo de situaciones, se deben aclarar cara a cara, de frente y no desde un teclado de computadora, cuando el honor está en juego, se debe actuar honorablemente. Si agotado este recurso y otros mas, como serían, comunicarse directamente con servicio al cliente o a las oficinas centrales y si en ningún caso, hubiera logrado ser escuchada la petición, entonces finalmente, acudir al escarnio público. No es política de este restaurante actuar de esa forma, todos lo conocen y no tengo porqué defender un punto que es del dominio público.
En Guatemala estamos muy acostumbrados a tirar la piedra y esconder la mano, por eso no es raro, ver cada cierto tiempo, que hay gente que incumple la ley, para exigir que se cumpla otra ley, o limitar un derecho ciudadano, para exigir que se respete otro derecho.