¡Silencio!
Una noche, mientras se hallaba en oración, el hermano Bruno se vio interrumpido por el croar de una rana. Pero, al ver que todos sus esfuerzos por ignorar aquel sonido resultaban inútiles, se asomó a la ventana y gritó: «¡Silencio! ¡Estoy rezando!» Y como el hermano Bruno era un santo, su orden fue obedecida de … Leer más