Desde una silla de ruedas

Una mujer llamada Nancy puso el siguiente anuncio en su periódico local: «Si se siente solo o tiene algún problema, llámeme. Yo estoy en una silla de ruedas y raras veces salgo. Podemos compartir nuestros problemas mutuamente. Sólo tiene que llamarme. Me encantaría conversar.» La respuesta a ese anuncio fue sorprendente: 30 llamadas o más … Leer más

Una lágrima

Una lágrima es eso que humedece los ojos del mundo… Y que el mundo se empeña en ocultar. Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y queda atorada en la garganta, apretada en el corazón, comprimiéndonos todo. Es tan profunda, que no sabemos con certeza de dónde nace, … Leer más

Encontró al Buen Samaritano

Una mujer llamada Ana Smith llegó al hogar de una familia muy pobre en donde el jefe de la familia estaba enfermo sufriendo agudos dolores. La mujer entró a visitar este hogar con el propósito de hablarles algo acerca de Cristo. Pero el hombre de muy mal talante dijo a la mujer: «No quiero que … Leer más

Arboles de Navidad inusuales: Escalera

Acabas de terminar pintar tu casa y no sabes qué hacer con la escalera, antes de que lleguen los invitados y que ni siquiera tienes tiempo para un árbol de Navidad. He aquí una idea que puede ayudar en una situación tan desesperada. Decora tu escalera, sin importar lo que pueda parecer. Seguro quedarás feliz … Leer más

Shmily

Mis abuelos estuvieron casados por más de medio siglo, y jugaron a su propio juego especial desde el momento en que se conocieron el uno al otro. La meta de su juego era escribir la palabra «shmily» en un sitio sorpresa para que el otro la encontrara.

Se turnaban para dejar «shmily» alrededor de la casa, y en cuanto uno de ellos lo descubría, era su turno para esconderlo una vez más. Dejaban grabado «shmily» con sus dedos en los recipientes del azúcar y de la harina esperando a quienquiera que preparara la próxima comida.

Lo embarraban en el rocío de las ventanas que daban al patio donde mi abuela siempre nos daba a comer su caliente budín casero.

«shmily» aparecía escrito en el vapor dejado en el espejo después del baño. En una ocasión, mi abuela llegó a desenrollar completamente un rollo entero de papel higiénico para dejar «shmily» en la última hoja. No había ningún límite para los lugares donde «shmily» podría surgir. Pequeñas notas con «shmily» escrito apresuradamente se encontraban en el tablero y los asientos, o grabado en el volante del auto.

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