Terrorismo en el infierno

Era una persona que vivía amorosamente toda su vida. No le importaba tanto su recompensa, ni le temía a un castigo por cambiar su comportamiento. Simplemente daba todo de sí con Amor.

Cuando murió, todo el mundo comentó que un hombre tan bondadoso, solamente podía ir al Cielo, el Paraíso era de él. Aunque para él no era tan importante ir al Cielo, fue enviado allá.

En aquella época no se había implementado todavía en el Cielo el concepto de «Calidad Total». La recepción no funcionaba muy bien. Quien lo recibió, dio una mirada rápida a las fichas de ingreso, y como no vio el nombre de él en la lista, le orientó para que pudiera llegar al infierno. Como en el infierno nadie exige identificación ni invitación para entrar, sino que cualquiera que llega pasa, este hombre no tuvo problemas para ingresar.

Algunos días después, Lucifer llega furioso a las puertas del Paraíso para exigirle explicaciones a San Pedro: «¡Esto que estás haciendo es terrorismo puro!»

Sin saber el motivo de tanta rabia, San Pedro le pregunta de qué se trata. Furioso, el demonio le responde: «¡Mandaste aquel sujeto para el infierno y él me está desmoralizando a toda la gente! Llegó escuchando a las personas, mirándolas a los ojos, conversando con ellas. ¡Y ahora todos están platicando, abrazándose y besándose! ¡El infierno no es lugar para eso! ¡Por favor, trae a ese hombre para acá!»

Vive con tanto Amor en el corazón que, si por error vas a parar al infierno, el mismo demonio te llevará de vuelta al Paraíso.

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