Dios, siempre presente entre nosotros

«¿Dios, eres real?» -susurró un joven.

«Dios, habla conmigo.» Y entonces una alondra del campo cantó, pero el joven no escuchó.

Así que el joven gritó: «¡Dios, háblame!» Y un trueno resonó por todo el cielo, pero el joven no escuchó.

El joven miró alrededor y dijo: «Dios, déjame verte.» Y una estrella se iluminó brillantemente, pero el joven no se dio cuenta.

Y el joven gritó: «¡Dios, muéstrame un milagro!» Y una vida nació, pero el joven no se dio cuenta.

Así que el joven lloró desesperadamente y dijo: «¡Tócame Dios, y sabré así que te encuentras aquí!» Una mariposa se posó en el hombro del joven, pero el joven alejó a la mariposa, y se apartó sin saberlo.

No te pierdas de una bendición sólo porque no viene envuelta del modo en que tú esperas. ¡Abre bien los ojos del alma y date cuenta!

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