Quiero preparar tu camino

Donde la locura vuela más deprisa que la sensatez,
allá donde la pobreza ya no llama la atención
y se convierte en estandarte de un mundo infeliz…
quiero, Señor, preparar tu camino.

En la soledad del que busca y no encuentra compañía,
en la desesperanza de familias que han perdido el horizonte…
quiero, Señor, preparar tu camino.

Luchando, por rebajar todas esas colinas de autosuficiencia,
avanzando, para llenar lo que la sociedad
caprichosa e insolidaria, mezquina y sin sentido
pretende dejar, lo más sagrado, vacío y sin contenido…
quiero, de verdad Señor, preparar tu camino.

Despejar nuestras mentes embarulladas por lo efímero
y colmarlas con tu presencia, con tu Nacimiento,
denunciar falsedades o verdades a medias
y, con la trompeta de tu nuevo día,
pregonar a este mundo que todavía es posible la esperanza
que Tú, Señor, estás por llegar,
pero que los caminos por donde avanzamos
no son los auténticos para poderte alcanzar.

Tú Señor, puedes cambiar el ritmo de la historia
si somos capaces de dejar aquello que nos atenaza,
duerme, amordaza, esclaviza
y nos impide caminar Contigo, Señor.

Para Ti, Señor. Por Ti, Señor.
Quiero preparar mis caminos: que sean los tuyos
Quiero andar por tus caminos: sal a mi encuentro
Quiero dejar los viejos: renuévame con tu gracia
¡Ven, Señor! ¡Apresura tu llegada!
¡Contigo, para siempre, por tus caminos!

P. Javier Leoz

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