Lo que realmente importa

Cuenta una historia que entre los ciegos que recibieron la vista mediante un milagro de nuestro Señor Jesucristo se llevó a cabo una conversación semejante a ésta. Uno de ellos dijo:

– Es una gran bendición pero eso de usar lodo es una cosa muy desagradable.

A esto respondió su interlocutor:

– ¿Pero qué lodo? Si el Señor no usó lodo para curarme. Por eso mi milagro es más limpio que el tuyo.

Y así discutían cuando se presentó un tercer ciego que también había recibido la vista, que intervino en la conversación preguntándoles si cuando ellos fueron curados habían visto que los hombres andaban como árboles. Y dice la historia que la discusión fue muy acalorada entre los tres, no pudiendo ponerse de acuerdo.

Al fin se separaron. Uno se fue y fundó una iglesia que llamó la de «Los lodistas». Esta iglesia acentuaba el uso del lodo en la experiencia religiosa. El segundo fundó una iglesia que llamó la de «Los antilodistas», que predicaba en contra del lodo. El tercero fundó una que se llamaba la de «Los arbolistas», que hablaba de la importancia de los árboles en los milagros.

Historia o leyenda, tiende a explicar esa tendencia que tienen muchos a poner el énfasis en cosas que no lo tienen. Y de ahí que formulan doctrinas y fundan iglesias pero olvidan el hecho fundamental que en realidad es lo que cuenta y que es la nueva criatura mediante la Gracia Divina.

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