Bendiciones

«No gano un sueldo grande, y tengo una familia grande», comenzó diciendo un diácono al dar su testimonio en la iglesia en cuanto al diezmo.

«Al principio yo no podía saber cómo íbamos a diezmar, pero hablamos en cuanto al asunto en la familia y decidimos que si deseábamos ser buenos mayordomos de lo que Dios nos había dado tendríamos que diezmar.

«No puedo decir que siempre ha sido fácil diezmar. Ha habido ocasiones en que hemos tenido que sacrificarnos, y creemos que los cristianos deben hacerlo. Dios nos ha bendecido y ha multiplicado nuestras entradas.

«No obstante, nuestras bendiciones más grandes no han sido de carácter material. Nuestras verdaderas bendiciones en cuanto al diezmo han consistido en crecimiento espiritual, en el amor de Dios y en consagración más grande a la causa de Cristo.»

Recibimos bendiciones en diferentes maneras y de diferentes fuentes: riquezas, posesiones, poder, influencia, posición; mas las bendiciones espirituales sólo vienen de Dios. Estas son las bendiciones más ricas.

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