Desorden planeado

Una joven concertista de violín, al ser preguntada sobre la razón de su éxito, contestó: «El desorden planeado», y explicó seguidamente:

Hace años descubrí que había muchas cosas que consumían mi tiempo. Después de limpiar los platos del desayuno, hacía la cama, arreglaba la habitación, quitaba el polvo y hacía otro montón de faenas. Hasta después de todo eso comenzaba a ensayar. Con este sistema, sin embargo, no conseguía los resultados que deseaba, por lo que me di cuenta de que tenía que cambiar el orden. De manera deliberada dejo todo lo demás a un lado hasta que termino de ensayar. Este «desorden planeado» es el responsable de mi éxito.

Jesús le respondió: «Marta, Marta, andas angustiada y preocupada por muchas cosas.» (Lc 10, 41)

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