Las avispas, las perdices y el agricultor

Las avispas y las perdices, vencidas con la sed, fueron donde un agricultor y le suplicaron que les diera un poco de agua para beber. Ellas prometieron ampliamente reembolsarle el favor al cual solicitaban. Las perdices declararon que ellas cavarían alrededor de sus vides y los harían producir uvas más finas. Las avispas dijeron que ellas harían la guardia y ahuyentarían a los ladrones con sus picaduras. Pero el agricultor las interrumpió, diciendo:

– Tengo ya dos bueyes, que, sin hacer cualquier promesa, hacen todas estas cosas. Es seguramente mejor para mí darles el agua a ellos que a ustedes.

Cuando tengas necesidad de pedir algún favor, pídelo humilde y directamente sin promesas a cambio.
Luego de recibirlo, si te lo dan, entonces como agradecimiento ofrece alguno de tus servicios por si desean aceptarlo.

Esopo

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