Mirar y aprender

Mientras un árbitro estaba parado detrás de la base durante un partido de softbol femenino, oyó que la madre de una jugadora empezó a cantar: «¡Queremos un nuevo árbitro! ¡Queremos un nuevo árbitro!». Al momento, otros padres se unieron al coro. El árbitro sonrió, se dio vuelta hacia la multitud y gritó: «¡Quiero nuevos padres! ¡Quiero nuevos padres!». La interrupción se terminó.

Orar por y con ellos, para que aprendan a caminar con Dios. «Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias» (Colosenses 4:2).

Leerles la Biblia y enseñarles de ella, para que aprendan la verdad de Dios. «Y las [palabras de Dios] repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes» (Deuteronomio 6:7).

Contarles acerca de Jesús, y guiarlos a poner su fe en Él. «… el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios» (Juan 3:3).

La mejor manera de darles un buen ejemplo a nuestros hijos es practicar nuestra fe delante de ellos. Mientras miran, aprenden qué es lo más importante.

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