Entre el «primer» y el «tercer» mundo

Muchas cosas, son las que definen el concepto de primer mundo y tercer mundo, que tanto se repite y se menciona en diferentes contextos y tonalidades, desde los que le dan un tono económico, hasta quienes lo hacen como una forma elegante de ofensa y menosprecio hacia otras personas.

La idea general, surgió del área económica, para decir los que tienen poder económico y los que no. Tuve la suerte de nacer en un país denominado por otros y lamentablemente por nosotros mismos, como tercermundista, en vías de desarrollo lo llaman otros.

Lo único es que esas «vías» no llevan a ningún lado y menos al desarrollo, al menos en nuestro caso y en nuestro futuro a corto y mediano plazo, aunque siempre queda la esperanza, de que algún día no sea así. Por momentos, al igual que muchos guatemaltecos que día a día trabajan, no vemos que ese estatus de tercermundista llegue a cambiar nunca y hay quienes piensan que eso tiene que ser así para siempre y que simplemente estamos condenados a ser del tercer mundo.

Esta es una de las tantas razones, por las que algunos emigran hacia otros países, en especial hacia los Estados Unidos, porque creen que sus esfuerzos en Guatemala, no lo están llevando hacia ningún lado, ni a la prosperidad ni al tan anhelado primer mundo. La forma mas rápida y fácil es emigrar. En parte talvez tengan razón, en parte talvez están cansados ya, en parte quizá no quieran esperar a ver si algún día llega a pasar.

De cualquier forma, no es el tema de la emigración sino el del subdesarrollo y corrupción sobre todo el que mantiene a nuestro país, en ese estatus permanente. Sin embargo, para sorpresa de muchos, en especial de los primermundistas, hay países, que por sus propios medios, están haciendo esfuerzos, trazándose planes, alcanzando metas y haciendo lo necesario, para demostrar que se puede salir de este sopor, en el que por muchísimas generaciones, hemos estado.

Y no me refiero a los países del pacífico asiático, como Corea del Sur, Indonesia y otros llamados los tigres asiáticos, que incluso tienen un mayor ingreso per cápita, que en los Estados Unidos, para no ir muy lejos, acá en latinoamérica, se destaca principalmente Brasil, un país de muchos contrastes y que se ha logrado meter entre el principal grupo de países económicos a nivel mundial, poniendo su nombre en el listado de las economías mas fuertes, le sigue los pasos Chile, que a pesar de ser un país eminentemente sísmico, sabe como organizarse para no sucumbir a la primera, como de forma recurrente ocurre en Guatemala.

Pero estos países y otros mas que están cambiando su estatus económico, no lo han hecho haciendo las mismas cosas y esperando resultados diferentes, se han sentado a planear y mas importante aún, a ejecutar ese plan y a alcanzar los objetivos y metas propuestas, a eliminar la corrupción y a tener la visión de querer cambiar y mejorar su nivel de vida.

Hasta que en Guatemala no se piense de esa forma, seguiremos siendo un paisito tropical, tercermundista, donde la gente muere por un teléfono celular y a veces por menos. A propósito de teléfonos celulares, no puedo quitar de mi mente, la máquina expendedora de celulares de primera generación (similar a la de gaseosas) que vi en Las Vegas, que entre otros, permitía comprar desde celulares hasta computadoras. Por cierto la máquina expendedora de tecnología, estaba en la calle, donde la gente no mata por un celular, sino que va y lo compra en cualquier esquina.

Por el momento, Guatemala estado civil: tercermundista.

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