En un parque, una mujer ve a dos niños peleando. Uno de ellos le dice al otro:
– Te odio. No quiero volver a jugar contigo.
Durante dos o tres minutos, los niños juegan por su cuenta y luego reinician el juego uno con el otro.
Quien observa esto, le dice a una mujer que estaba sentada a su lado:
– ¿Cómo hacen los niños eso? ¿Estar furiosos un instante y un momento después juntos otra vez?
– Es fácil. Prefieren la felicidad a la intransigencia -responde la vecina.
Fragmento del artículo «Amar y ser amado», por Harold Kushner