No hay duda, que el mal uso de las herramientas, no solo no ayudan para lo que fueron hechas, sino que entorpecen la productividad de las personas. Es mas nefasto aún, cuando estas herramientas se han realizado sin un fin en concreto, como en el caso de Twitter, o cuando se abusa y se desvirtúa la razón principal para la cual fue creada, como en el caso del correo electrónico, o las peores, como las que se diseñan específicamente para perder el tiempo, tal el caso de Facebook.
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