¡Cuidado con tu ira!

La ira es un sentimiento negativo que provoca destrucción; te hiere primero a ti, cuando la dejas libre, y puede destruir a tus víctimas. El sentimiento de la ira es un vendaval arrasador, si tú lo aceptas y lo estimulas; no le debes dar jamás luz verde.

La posesión de ti mismo y de tus emociones, así como el perdón generoso a quien te ofendió, deben frenar tu ira para que no explote en tu corazón, y así te faltes al respeto, y a tu integridad espiritual, y destruyas el tesoro de tu paz interior y de la paz social.

«… ser, con ira valiente, no es dejar de ser cobarde» (Pedro Calderón de la Barca)

Del libro «366 Maravillosas Motivaciones» , de Tiberio López Fernández

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