En el Reino de Chu vivía un hombre que ignoraba dónde crece el jengibre.
– El jengibre crece en los árboles -dijo.
– Crece en el suelo -le contestaron.
El hombre se empecinó.
– Venga conmigo, interrogaremos a diez personas diferentes -le dijo a su interlocutor- . Le apuesto mi asno a que el jengibre crece en los árboles.
Sucesivamente, las diez personas interrogadas dieron todas la misma contestación:
– El jengibre crece en el suelo.
El apostador se turbó.
– Tome, llévese mi asno -le dijo al ganador-, ¡pero eso no impide que el jengibre crezca en los árboles!
Relatos de Xue Tao