Dos hermanos, al ver aproximarse una bandada de gansos salvajes, prepararon sus arcos.
– Si cazamos uno de estos gansos -dijo uno de ellos- lo prepararemos en adobo.
– No -dijo el otro-. Eso es bueno para preparar los gansos cazados en tierra, pero los muertos en pleno vuelo, deben asarse.
Para solucionar esta discusión, se dirigieron al jefe de la aldea.
– Corten el ganso por la mitad -aconsejó el jefe- y así cada cual puede prepararlo a su gusto.
Pero cuando los dos cazadores estuvieron listos para disparar, ya los gansos se habían perdido en el horizonte.
Xian Yi Pien
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