Lo bueno, lo malo, lo feo de la feria del libro

La lectura es algo que siempre me ha apasionado desde pequeño, así que cuando se anuncia una feria del libro, me hace sentir sumamente emocionado.

Este año se organizó la Feria Internacional del Libro en Guatemala durante esta semana y sin perder tiempo, aprovechando que estaría en Guatemala el sábado pasado, pues asistí.

Lamentablemente la experiencia tuvo sus momentos malos, pero afortunadamente los buenos, como en todo, fueron mas y logré disfrutar de esta nueva edición de la feria del libro.

Lo Feo.

Empecemos por lo feo de la feria. Como se que me gustaría poder comprar muchos libros, pero se que no puedo, entonces acostumbro a dar una vuelta de reconocimiento, donde con una panorámica general veo que me puede ir interesando y afinando las prioridades de compra. De esa forma hice mi listado mental de títulos que deseaba adquirir y compré unos diez libros, novelas principalmente, aparte de otros tantos que me regalaron, pero lo feo fue, que de todas las librerías la única que no me dió factura, fue la que había montado El Ministerio de Cultura y Deportes, claro que la solicité al ver como se hacían los locos y para toda pregunta, la respuesta fue «…es que no nos las dieron…», luego la respuesta cambió a algo asi como que por ser del gobierno no emitían factura y luego a que «es que el contador no ha venido y el las tiene».

Solicité que me dieran algo que hiciera constar mi compra, la respuesta final fue que me «podían dar algo» pero después de 15 días, porque es cuando hacen el depósito al Banco de Guatemala y ellos les emiten el comprobante y luego me «podían dar algo», claro que no se que ese algo, pero ni modo.

Me encontré en un dilema, porque realmente quería leer ese libro de poesía que desde hace rato quería, pero me dolía saber que es altamente posible, que al autor no reciba sus regalías y que es muy seguro que el dinero que pagué, se pierda, al final, si huiera comprado una versión en fotocopia, tendría almenos la certeza de a quien le queda el dinero.

Otra cosa fea, fue ver muchos stands vacíos, y todos pertenecían a instituciones del gobierno, en lo personal considero que no me perdí de nada importante, pero ese espacio vacío le quitó categoría a la feria, haciéndola ver incompleta y desorganizada y creo que se pudo aprovechar de mejor manera esas áreas.

Lo malo

Algunas cosas de la organización del evento no me gustaron, por ejemplo la mala ubicación de los stands, en el salón principal, se veían algunas paredes largas y callejones sin nada, porque o no habían expositores o porque simplemente el expositor no uso esa parte del stand, consideré una pérdida de espacio.

Algo muy malo fue que si es una Feria del Libro, se debería de motivar a la lectura y crear espacios adecuados para que uno se pudiera sentar a leer u ojear los libros comprados, que a su vez será usado como área para descansar. En todo el recorrido, solo el stand asignado a Costa Rica, por iniciativa de ellos, tenía un espacio para la lectura y el descanso, como siempre muy amables los ticos.

Personalmente caminé mucho dentro de la feria y me habría gustado un área para descanso y lectura.

El área que asignaron para la literatura infantil, no le fue dada la importancia que merecía, en muchas ocaciones los organizadores dijeron que son los niños los futuros lectores y que les habían organizado algo especial, pero no dijeron que ese algo era un salón que se sentía como abandaonado y que lo pusieron porque deplano había que ponerlo, muy malo eso.

Finalmente cuando ya me iba con mis bolsas de libros, por ningún lado encontré la salida, de un lado me enviaban a otro, finalmente vi que una puerta de malla estaba abierta y por ahí salí justo al parqueo, igual, cualquiera hubiera podido entrar por ahí sin pagar la entrada.

En conclusión una organización mediocre que no estaba a la altura de lo que se esperaba.

Lo bueno.

Definitivamente la muy buena variedad de libros, estoy muy contento con mis adquisiciones, que me dejarán tranquilo por unos seis meses al menos, la amabilidad de los expositores, los muy buenos precios, en la mayoría de las librerías, fue agradable para mi ver, en el momento de pagar, que el libro tenía 20, 30 y hasta 40 por ciento de descuento del precio normal, lo que me dió oportunidad a comprar mas con el presupuesto que tenía reservado.

Quiero agradecer a una joven que lamentablemente no le pregunté su nombre, que estaba viendo libros también y que al preguntarme sobre la trilogía de libros de Noah Gordon, entablamos una amena conversación, me contó su experiencia sobre uno de los libros leídos y me motivó a leer la trilogía, muchísimas gracias a quien quiera que haya sido, ya empecé a leerlo y tenía razón, es muy bueno, exactamente lo que me gusta.

Agradeço também ao meu professor do Português, que estava na cabine da Embaixada do Brasil e que me deu um livro muito bom. Gostei muito a conversação e às lembranças das aulas e lições. Espero que a Embaixada, finalmente fez o Instituto para o Estudo do Português. Muito obrigado, saudações a você.

Me encantan los libros, así que a pesar de los inconvenientes, me la pasé muy bien, invito a todos a que asistan, compren al menos un libro y lean, nuestro país necesita de mas gente que lea. Apaguemos un poco la televisión y el internet, dejemos de ir una vez al cine y con todo ese dinero ahorrado, tenemos suficiente para al menos un par de libros, que ejercitarán nuestro cerebro, estimularán la imaginación y nos darán una perspectiva mas amplia del mundo y la vida.