Una fuente de consuelo

¿La aflicción que te atormenta será una amargura eterna?

Quizá sientas tu pena, ahora, como una agonía mortal; pero en tus manos está librarte de tu pesadumbre. Tu mente es la fuente de tu alivio.

Mira de frente y en su justa dimensión el problema que afrontas. Si permites que tu mente imagine fantásticamente el motivo del sufrimiento, eliges atormentarte a ti mismo.

Tu dolor es una realidad que debes aceptar, pero que también debes dejar pasar para que desaparezca.

«La alegría del corazón es un permanente banquete» (Pr. 15, 15)

Del libro «366 Maravillosas Motivaciones» , de Tiberio López Fernández

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