Agua maravillosa

San Vicente Ferrer regalaba a las señoras que peleaban mucho con su marido un frasquito con agua bendita, y les recomendaba: «Cuando su esposo empiece a insultarle, échese un poco de esta agua a la boca y no la trague mientras el otro no deje de ofenderla.»

Y esta famosa «agua de Fray Vicente» producía efectos maravillosos, ya que, como la mujer no le podía contestar al marido, no había peleas.

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