¡No te obstines en tu punto de vista!

No te empecines en tus puntos de vista con testarudez ofensiva.

Si te cierras al diálogo no podrás convencer a los otros insistiendo en tu opción y negándote a escuchar a los demás.

Mientras más hables y menos escuches, estarás cerrando, más y más, tus posibilidades de entendimiento con tus relacionados.

Haces odiosos los argumentos más razonables si los acompañas con ironías, burlas y descalificaciones contra los que no piensan como tú.

Cuando trates a una persona, céntrate en ella y manifiéstale buena voluntad, escuchándola con atención e interés.

Tu corazón, debe estar abierto a las personas durante todo el año, a todas horas.

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