En plena guerra, el presidente Lincoln mandó trasladar imprudentemente unos batallones de un sitio donde los necesitaban mucho a otro donde no hacían casi falta, pero su ministro de guerra se opuso a cumplir tal orden, y exclamó furioso:
– «¡Ese Lincoln es un estúpido!»
Le contaron a Lincoln lo que el otro había dicho, y el virtuoso presidente respondió:
– «Si el ministro dijo que soy un estúpido, debo serlo, porque él casi nunca se equivoca en lo que afirma. Voy a estudiar mejor este asunto para ver si en verdad me equivoqué.»
Muy buena!! Creo que uno de los clavos del hombre es que no acepta sus errores. Hacerlo es un gran virtud que tiene muchisimos beneficios. Saludos Pepe!
ES DE SABIOS ACEPTAR NUESTROS ERRORES.
SALUDOS!!
@Chitio: tenés toda la razón, definitivamente una de las mas grandes virtudes, es la de reconocer cuando nos hemos equivocado e igual de importante es el propósito de enmienda
@Lorena: no solo aceptarlos sino que enmendarlos también.
Saludos.