Ceñirse al manual

El procedimiento era simple: Desconecte todos los cables y mangueras, extraiga el radiador y retire los pernos de soporte; saque entonces el motor levantándolo con un cabrestante. Pensé que había hecho todo bien, pero el pequeño motor de cuatro cilindros de mi Opel del 68 se resistía a salir.

Por fin, luego de varios intentos fallidos, me dirigí al mecánico del barrio para solicitarle ayuda. Me prestó el manual de servicio del Opel. Al examinar el apartado sobre el desacoplamiento del motor, descubrí que había que descolgarlo y retirarlo por abajo. Seguí entonces las instrucciones paso por paso y me dio resultado. Ceñirme a lo expuesto en el manual determinó el éxito de mi empresa.

La Biblia es el manual de servicio de la vida. Lo escribió nuestro Creador a través de varios hombres, a quienes inspiró para que nos indicaran el camino del éxito. No según el criterio del mundo, sino según los criterios divinos.

¿Consulta usted a menudo el manual de Dios?

Dennis J. DeHaan

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