Cierto día, un capitán de barco y su rudo jefe de ingenieros conversaban.
Empezaron a discutir sobre quién era más importante de los dos para que el barco navegara.
Como la discusión se tornó acalorada, el capitán decidió que por un día cambiarían de trabajo. El jefe de ingenieros estaría en el puente de mando y el capitán en la sala de máquinas.
A sólo unas pocas horas de haber iniciado el experimento, el capitán salió de la sala de máquinas. Venía sudado y sus manos, su cara y su uniforme estaban llenos de grasa y aceite.
«Jefe», le dijo, «creo que tiene que venir a la sala de máquinas. No puedo hacer que los motores anden.»
«Por supuesto que no puede», le dijo el jefe de ingenieros. «Acabo de encallar el barco.»
Del libro «Las 17 Cualidades Esenciales de un Jugador de Equipo», de John C. Maxwell
Muy buena historia, y me la pase bien durante el ratito que me la pase leyendo, pero es un claro mensaje de que todos nosotros formamos un equipo, y para que funcione correctamente se necesita de habilidades de todas las personas que lo conforman.