Nuestra Señora de los Ángeles

Nuestra Señora de los Ángeles, es la advocación que recibe la Virgen María, como Reina de todos los ángeles. Los franciscanos lo celebran el 2 de agosto. En Cartago (Costa Rica), existe una Basílica Menor, en su honor, es la patrona de Costa Rica y es venerada por muchas personas que recurren a su auxilio, para que interceda ante Dios por ellos.

Fue en la primera mitad de la década de los años 90, cuando por primera vez fui a visitar la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles y no pude quedar mas impresionado por tantas cosas bonitas que vi en el lugar. La mas evidente fue el sincretismo popular, pero también la devoción y fe con la que muchas personas ofrecen sus penas y alegrías, sus éxitos y fracasos y los ponen a los pies de la Virgen María, para que sea ella quien acuda a su auxilio.

Cuando entré por primera vez al templo, fue una tarea imposible evitar derramar lágrimas de emoción, de alegría y experimentar un sentimiento de tranquilidad y seguridad, al estar bajo el amparo de la Madre de Dios. Recuerdo que entre sollozos hice mis oraciones, me daba pena llorar en público, pero me di cuenta que no era el único, todos a mi alrededor, hombres y mujeres, emocionados al igual que yo, no podían contener las lágrimas y éstas como perlas preciosas, se derramaban a sus pies, formando un gran tributo de valor incalculable. Luego me dirigí a la parte posterior, para llevar agua bendita de la Basílica y llevar esa muestra de fe a la casa.

Con el paso de los años, tuve la oportunidad por las mas variopintas razones, de viajar muchas veces a Costa Rica y sin falta, la visita a la Basílica se convirtió en parte de mi romería personal. Todas y cada una de las veces que he ido, no puedo evitar llorar al hacer mis oraciones, es mucha la emoción que lo embarga a uno en esos momentos, es inevitable, es incontrolable y no vale la pena tratar de resistirse a no llorar, pero a su vez se experimenta la sensación de sentirse querido y protegido por la Virgen María ¿y que mejor protección podría tener uno?, solo la de Dios.

Ante su altar le he presentado mis preocupaciones, temores, penas, alegrías, proyectos, tristezas, desilusiones, éxitos y fracasos. Siempre he obtenido respuesta, siempre he recibido consuelo y siempre he disfrutado de esa paz que solo la Madre de Dios nos puede dar, a través de su ejemplo de humildad ante Dios, de la que dejó todo para ser la esclava del Señor.

A excepción de la primera vez, que fui como parte de una excursión, todas las demás veces había ido siempre solo, hasta principios de este año, cuando pude ir acompañado de la persona mas importante de mi vida, cumpliendo una promesa que le había hecho a la Virgen. Una vez mas le agradecí por las bendiciones recibidas, por la oportunidad de estar ahí ante su presencia, acompañado de alguien que llena mis pensamientos y que me inspira siempre. Una vez mas las lágrimas afloraron, de alegría esta vez, al ver cumplido uno de mis mas grandes sueños.

Gracias Virgen María, gracias por interceder por mi, ante Dios nuestro Señor, gracias por protegerme, cuidarme y velar por mi. Hoy, el día de tu fiesta estoy a 1,300 kilómetros de distancia, pero desde acá, te pido que nos tomes de tu mano y no dejes que nos apartemos nunca de tu lado, llévanos por el buen camino, por el camino que nos lleva a Dios, enséñanos a ser como tu, a decirle si al Señor, por favor bendícenos y si es la voluntad de Dios, que pueda nuevamente ir a tu Basílica a implorar tu protección y cuidado, seguro que ahí estaré y volveré a derramar lágrimas de alegría, como las que derramo ahora al escribir este texto.

Muchas gracias Virgen María, Santa Madre de Dios y Señora de los Ángeles.

Para conocer un poco mas sobre Nuestra Señora de los Ángeles, pueden visitar el sitio web de la Basílica.