De la apendicitis

Una mala interpretació n de la Nueva Era puede generar confusiones peligrosas. Una de ellas se refiere a la salud: se asegura que la mente es capaz de todo, que las cosas sólo nos suceden porque lo permitimos.

No es, ni tampoco será así. Una cosa es el poder de la oración, capaz de operar milagros. Otra cosa es dejarse dominar por un sentimiento de omnipotencia que puede ser fatal.

Una amiga cercana fue sometida a una cirugía de emergencia. Supimos después que tenía apendicitis, y que fue internada en estado gravísimo. Cuando ya se recuperaba, el médico fue a conversar con ella: «La apendicitis da muchas señales: dolores, fiebre alta, etc. ¿Por qué no lo vio antes?»

– «Veo a la dolencia como una respuesta del cuerpo a un enflaquecimiento de la mente -respondió ella-. Intenté luchar por mí misma.»

Y por causa de esto, casi muere. Mucho cuidado, gente.

Del libro «Maktub», de Paulo Coelho

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