Por si acaso

Un anciano está haciendo cola para subir al autobús y un joven que está detrás de él, le pregunta:

– «Perdone, ¿tiene fuego?»

– «¡No!» -le contesta algo enfadado el anciano.

El joven piensa: «No me muerdas», y pide fuego a otra persona.

Unos minutos más tarde, el anciano que tiene delante ¡¡¡enciende un cigarrillo!! !… Así que el joven le dice:

– «Oiga, ¿por qué me ha dicho que no tenía fuego cuando está claro que sí?»

– «Verá usted…» -responde el anciano-. «Si le hubiera dado fuego, es probable que usted y yo nos hubiéramos puesto a hablar. Y si nos hubiéramos puesto a hablar, es probable que hubiéramos acabado sentándonos juntos en el autobús, es probable que hubiéramos acabado conversando. Usted parece un tipo agradable y es probable que hubiera empezado a caerme bien. Y entonces, podría haberle invitado a bajarse en mi parada para venir a casa a cenar. Y si usted hubiera venido a cenar, es probable que hubiera conocido a mi hija. Y si hubiera conocido a mi hija, es probable que hubiera salido con ella. Y si hubiera salido con ella, quién sabe, una cosa lleva a la otra, y es posible que todo hubiera acabado en boda… ¡y yo no quiero que ella se case con alguien que ni siquiera puede comprarse un encendedor!»

Hanock McCarty

Sin etiquetas para esta publicación.

Deja un comentario