A costa de los demás

Se cuenta que un discípulo se acercó un día a Mahoma y le dijo: «Maestro, mis seis hermanos están dormidos y yo solo he permanecido despierto para adorar a Alá»

Mahoma le respondió: «Más te valiera haber estado dormido, si tu adoración a Alá consiste en acusaciones contra tus hermanos».

Culpar a los demás y exagerar la magnitud de sus errores es un medio muy malo para mejorar el mundo. El mal, naturalmente, debe identificarse, pero los medios para corregirlo deben ser siempre positivos y constructivos, no negativos ni destructivos.

El que vive con Dios debe detestar el pecado pero no al pecador. Propondrá la causa de la Justicia, de la Paz y de la Verdad, pero no lo hará a costa de los sentimientos de los demás. Su lema será siempre: «Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.»

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