La higiene del alma

La violencia en cualquier comunidad se acrecienta con la intolerancia, la incomprensión y el desamor contra los injustos.

Si das cabida en tu corazón al resentimiento por las ofensas, permites que el estímulo negativo del odio te destruya y eche a perder tu posibilidad de ser feliz.

Perdona al enemigo y disculpa al amigo que, talvez, sin pretenderlo, te ha ofendido. Evita odiar para que no hagas de tu corazón un antro de venganza. Aprende que «el perdón es la higiene del alma».

Si tu corazón aún está subdesarrollado, indúcelo a amar de verdad.

Del libro «366 Maravillosas Motivaciones», de Tiberio López Fernández

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