A todos en algún momento nos han gustado los trenes o ferrocarriles y algunos hemos tenido la oportunidad en nuestra niñez de tener un pequeño tren eléctrico que a pesar de lo simple de su mecanismo siempre era motivo de admiración en el cual podíamos pasar horas enteras jugando. Lamentablemente las nuevas generaciones que solo han conocido los juegos de video se han perdido de esta maravillosa y no adictiva (como los juegos de video), sana entretención.
Desde la antigüedad nos ha fascinado este medio de transporte y aunque en Guatemala se quedó dormido en el tiempo, en otros países se ha desarrollado de tal manera que llega a competir con los aviones, en cuanto a velocidad, comodidad y servicio.
En 1910 ya pensaban en un tren eléctrico que uniera puntos muy distantes, en la actualidad esa utopia se ha vuelto realidad.
La imagen superior muestra una concepción de lo que sería un tren intercontinental que uniría París con Pekín, la imagen inferior representa al tren bala.
