Madre hay una sola… Por suerte
Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer pude convertirse en madre. La naturaleza la ha dotado a mansalva del «instinto maternal» con la finalidad de preservar la especie. Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura. Pero … Leer más