Amor por odio
Un hombre de Marsella, caminando a la par del padre Calage, el gran amigo de los pobres, le gritó bruscamente: – ¡Te odio! – Pues, si supieras cuánto te amo… -le respondió el humilde sacerdote.
Un hombre de Marsella, caminando a la par del padre Calage, el gran amigo de los pobres, le gritó bruscamente: – ¡Te odio! – Pues, si supieras cuánto te amo… -le respondió el humilde sacerdote.
A un hombre del Reino de Song le pareció que los vástagos en sus campos no crecían bastante aprisa. En vista de ello, dio a todos y a cada uno, un estirón; y se fue a casa casi exhausto. – Hoy estoy muy cansado -dijo a su familia. He estado ayudando a los brotes a … Leer más
Se cuenta lo siguiente de un viejo anacoreta o ermitaño, es decir, una de esas personas que por amor a Dios se refugian en la soledad del desierto, del bosque o de las montañas para solamente dedicarse a la oración y a la penitencia. Se quejaba muchas veces que tenía demasiado quehacer. La gente preguntó … Leer más
Rilke, el poeta, vivió un tiempo en París. Todos los días iba, acompañado de una amiga francesa, a la Universidad y recorría una calle muy concurrida. En una esquina de esta calle estaba siempre una mujer pidiendo limosna a los que pasaban. La mujer se sentaba siempre en el mismo sitio, inmóvil como una estatua, … Leer más
Un hombre fue a confesarse con un sacerdote y le pidió que intercediera a Dios por él, para ver si así dejaba sus pecados y su mala vida. El sacerdote así se lo prometió y así lo hizo; mas como al cabo de algún tiempo no paraba de quejarse de que seguía pecando y no … Leer más