De mirar para sí
Cuando me encontraba haciendo el camino de Roma, uno de los cuatro caminos sagrados de mi tradición mágica, me di cuenta, después de casi veinte días prácticamente abandonado, que estaba mucho peor que cuando había comenzado. Con la soledad, comencé a tener sentimientos mezquinos, amargos, pequeños. Busqué a la guía del camino, y le comenté … Leer más