Hola amigos, muchas veces me han preguntado qué me motiva a ir al gimnasio, o cómo hago para ir siempre y pues les digo que yo no voy a hacer ejercicio al gimnasio, voy a conversar y pues ya que estoy ahí aprovecho para hacer ejercicios. Aunque parezca chiste, que quizá lo sea, en otro episodio les cuento con más detalle lo que me motiva a asistir y cómo he logrado mantener la disciplina y constancia, que son fundamentales cuando vamos al gimnasio.
Pero acá les vengo a hablar de las conversaciones agradables que hay en el gimnasio, quizá después de 149 episodios a la fecha, publicados diariamente, se hayan dado cuenta de que a mi me gusta hablar, pues si no lo voy a negar.
Y es que es muy agradable poder encontrar personas igualmente agradables, con quienes se pueden tener conversaciones de altura, ya cuando les hablé del perfil de personas que asisten al gimnasio, hice una pequeña referencia de lo que se podía encontrar acá.
Sin embargo, lastimosamente no todo es miel sobre hojuelas y pues siempre se encuentra al patán de turno, que arruina todo, pero si le damos la atención que merece, es decir ninguna, no podrá empañar la buena compañía y las excelentes conversaciones que se pueden tener en el gimnasio entre ejercicios y mancuernas.
Mientras se preparan un café y se disponen a conversar, pasen adelante y denle al botón del play y acompáñenme en esta nueva aventura de Daily Gym.
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